12/03/2015 23:57:36 - Xalapa, Ver. por Miguel Ángel Sánchez de Armas
Gandhi arrancó en su áshram de Ahmedabad y peregrinó un mes hasta el
Océano Índico para fabricar sal. Este aparentemente trivial gesto fue como un
torpedo en la línea de flotación del Raj (el gobierno inglés en la India) que
mantenía un férreo control arancelario y de producción sobre un producto esencial
para la vida. El ejemplo movilizó a millones.
Martin Luther King arrancó en Selma y peregrinó tres días a la capital del
estado, Montgomery. Este aparentemente trivial gesto fue como un torpedo en la
línea de flotación del racismo, que mantenía un férreo control sobre los procesos
electorales a favor de los blancos. El ejemplo movilizó a millones (en aquellos
años Alabama era la catedral del racismo con acólitos del ku klux klan y George
Wallace en el altar) e impulsó al gobierno de Johnson a promulgar ese mismo año
una Ley de Derechos Electorales.
Tenemos mucho que aprender de estos episodios. Juzgados como
nimiedades desde el poder, desataron fuerzas sociales que precipitaron cambios
que a su vez transformaron el mundo en el que hoy vivimos. Gandhi y King (éste
epígono de aquél) supieron insertar en el imaginario colectivo la noción de que el
mundo puede cambiar si los individuos tienen determinación y asumen un
1Juego de ojos
Cuando la marcha de Selma, King ya había recibido el Premio Nobel de la
Paz. Y dos años antes había pronunciado desde las escalinatas del Monumento a
Lincoln en Washington una de las piezas oratorias más significativas en su
movimiento. Hoy sigue inspirando a luchadores en todo el mundo y por ello, con
motivo del doble aniversario, la comparto con los lectores de JdO:
"Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será ante la
historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.
"Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos
cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental decreto
significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos
negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un
precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años
después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún
tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la
discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de
un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía
languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra
desterrado en su propia tierra.
"Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa.
En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un cheque.
Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras
de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del
que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa
de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la
vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
"Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo
que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada
obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque
que ha sido devuelto con el sello de "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a
creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya
suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso
2Juego de ojos
hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas
de la libertad y de la seguridad de justicia.
"También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados
Unidos de América la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de
tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el
momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de
salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la
justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos
los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas
movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.
"Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento y no darle
la importancia a la decisión de los negros. Este verano, ardiente por el legítimo
descontento de los negros, no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de
libertad e igualdad.
"1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que
los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirá contentos, tendrán un rudo
despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni
tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus
derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los
cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia.
"Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral
que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el
proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos
satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio.
Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la
dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa
degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas
alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa
nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la
desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos
blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que
3Juego de ojos
su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la
nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de
marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás.
"Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, "¿Cuándo
quedarán satisfechos?"
"Nunca podremos quedar satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados
de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las carreteras y en los
hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los negros
sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca
podremos quedar satisfechos, mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un
negro de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos
satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que "la justicia ruede como el agua
y la rectitud como una poderosa corriente".
"Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a grandes
pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas.
Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la libertad,
han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados por los
vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del sufrimiento
creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es
merecido, es emancipador.
"Regresen a Misisipí, regresen a Alabama, regresen a Georgia, regresen a
Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los guetos de nuestras ciudades del
Norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada. No
nos revolquemos en el valle de la desesperanza.
"Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del
momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el
sueño "americano".
"Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado
de su credo: "Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los
hombres son creados iguales".
4Juego de ojos
"Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos
esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a
la mesa de la hermandad.
"Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca
con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y
"Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán
juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.
"¡Hoy tengo un sueño!
"Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases
de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio
donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y
niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.
"¡Hoy tengo un sueño!
"Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas
serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán
enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.
"Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con
esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de
esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra
nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar
juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos,
sabiendo que algún día seremos libres.
"Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con
un nuevo significado, "Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a tí te canto. Tierra
de libertad donde mis antesecores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de
cada costado de la montaña, que repique la libertad". Y si Estados Unidos ha de
ser grande, esto tendrá que hacerse realidad.
"Por eso, ¡que repique la libertad desde la cúspide de los montes
prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la libertad desde las poderosas
montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad desde las alturas de las
5Juego de ojos
Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad desde las Rocosas cubiertas
de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad desde las sinuosas pendientes de
California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique la libertad desde la Montaña de Piedra
de Georgia! ¡Que repique la libertad desde la Montaña Lookout de Tennesse!
¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña de Misisipí! "De
cada costado de la montaña, que repique la libertad".
"Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada
caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día
cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes
y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro:
‘¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!'"
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