A pesar de conocer la situación del nuevo gobierno que encabezará Donald Trump migrantes de Centroamérica continúan aventurándose a la travesía de llegar a la Unión Americana en busca de una mejor calidad de vida registrándose el paso de unos 100 migrantes diarios por esta ruta y suman unos 200 deportados en los primeros días del año. Sin embargo, a pesar de los muros que se pudieran construir, saben que la corrupción siempre existirán y siempre habrá un lugar por dónde llegar.
Así lo dijo Norma Romero Velázquez, representante del grupo Las Patronas, dijo que el flujo de migrantes no para y ante las condiciones en que viven centroamericanos es tan grave que obliga a migrar pese a los retenes y obstáculos que se puedan presentar.
"Nosotros que hemos estado allí y pudimos conocer más a fondo del tema de migración con visitar Honduras, vimos que está muy mal y la expulsión que se da no es más que debido a la situación y ellos no van a esperar, pues hay desempleo. No sólo tiene que ver el trabajo sino la violencia que se ha generado en sus países", comentó.
Las organizaciones con las que se realizaron acercamientos en ese país, tienen esa preocupación de conocer la situación que obliga a sus países a expulsar a la gente, pues es una situación difícil ya que sabe que cruzar México no es nada fácil, pero están dispuestos a seguir luchando y que con la nueva administración de Donald Trump "no los espanta".
Romero Velázquez indicó que esta situación será más complicada no sólo por la construcción del muro, sino porque intensificarán las redadas de migración y ello hará que se registre mayor violencia a los migrantes y se espera que haya conciencia ante la realidad que se vive, pues no sólo se trata de Centroamericanos sino de connacionales quienes viajan a Estados Unidos, pues a pesar de que nuestro país lo tiene todo lamentablemente hay colonias, pueblos que no cuentan con subsidios y ello provoca que migren.
No descartó que se registre un fenómeno de retorno a migrantes ante el temor de ser repatriados y ya se observa que en las fronteras se conocen que el número de deportados va en aumento y muchos de ellos ya no quieren retornar a sus lugares de orígenes, pues ya tienen una vida hecha en Estados Unidos y piden que sean reconocidos por los años que han laborado en el extranjero.
"La mayoría de los que han sido deportados son mexicanos y esos mexicanos están renuentes con su llegada a nuestro país. Pues en los primeros días del año suman unos 200 migrantes deportados y el número aumentará ante la aplicación de la política migratoria de Trump", concluyó.