El pasado 10 de mayo, en que todos los panteones se ven concurridos por quienes acuden a visitar la tumba de su señora madre, una cuadrilla de empleados municipales terminó de cambiar el color azul que tenía el pórtico del panteón por un estrambótico rosa mexicano, como para alegrar a los muertos.

Las expresiones de reproche no se hicieron esperar entre quienes se dieron cuenta del cambio de color:

¡Se trata de una falta de respeto a los muertos y a sus familiares!

¡Cómo se nota que no se ha parado por el panteón el presidente municipal!

¡Como los muertos no pueden protestar, pues que se aguanten!

¡Pensé que ya habían cambiado de giro el panteón por un nuevo antro!

¡Mire que pintar el panteón de color de rosa, al rato van a pintar los otros edificios públicos también de color femenino!

¡Ni a Elizabeth Morales se le hubiera ocurrido mandar a pintar el panteón de color de rosa!

¡Se nota que tienen mucho dinero, para mandar a pintar de ese color, que es una agresión al medio ambiente y al entorno del cementerio!

¡No manchen!....

Esos y otros comentarios más, que no podemos reproducir en este espacio, fueron la respuesta que dieron los ciudadanos, que como todos los años acudieron al panteón xalapeño a llevar flores a sus seres queridos que ahí se encuentran sepultados.

Así las cosas, a unos cuantos meses de iniciada la actual administración municipal que encabeza Américo Zuñiga Martínez en la capital del estado, ya ha logrado superar las pifias de su antecesora Elizabeth Morales.

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