Sin embargo, vale la pena analizar y comentar algunas de las lecturas que se pueden dar al cambio de dirigentes del PRI en el estado de Veracruz.

Por principio de cuentas, el que se supone que es el líder político, aunque no formalmente, es el gobernador del estado de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa quien en su mensaje -al igual que lo hace en casi todas sus intervenciones públicas- lanzó loas al presidente Enrique Peña Nieto de quien dijo, el priismo veracruzano es aliado en la transformación del país y es el momento de trabajar por el único proyecto que se llama México.

Pero habría que preguntar a los priistas veracruzanos hasta donde están acuerdo con la llegada a la presidencia de ese partido de Elizabeth Morales García, cuestionada por su administración como alcaldesa de Xalapa, que en realidad no tiene mayor trabajo partidista, aunque se diga que tiene 10 años de afiliación, pero no es lo mismo estar inscrito que trabajar activamente en labores del partido.

Indiscutiblemente que hay muchos, muchos y muchas más, priistas que tiene mucha más experiencia y trabajo político para llegar a encabezar a los miembros de ese partido.

Se ha cuestionado cuales son los méritos o motivos por los cuales, el primer priísta permitió que Elizabeth Morales García, que como presidenta municipal de Xalapa, no pudo ganar las pasadas elecciones federales, sea recompensada y reconocida como dirigente estatal del PRI.

También se ha dicho que en realidad, el puesto se lo debe a una recomendación de la exdirigente nacional del PRI y ex gobernadora de Tlaxcala, esa sí, actual embajadora en Brasil, Beatriz Paredes Rangel quien habría pedido el favor para su amiga.

Pero la llegada de Elizabeth Morales a la dirigencia estatal del PRI, permite también apuntar la posibilidad de que vaya a estar trabajando para construir una candidatura propia para una diputación federal primero y luego ilusamente, pensar que pueda ser candidata a la gubernatura del estado próspero.

Pero ante la carencia de un liderazgo efectivo en el partido tricolor en Veracruz, son cada día más, los políticos paisanos, que se hacen ilusiones con ser el próximo sustituto de Javier Duarte de Ochoa, que a estas alturas del juego político, cuando todavía se supone que faltan tres años para que concluya la actual administración, evidencian una falta de respeto hacia quien debe de mandar, decidir y ejecutar en la entidad.

Dice la sabiduría popular de mi pueblo: "ya éramos muchos, y se le ocurrió a la abuela parir".

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