2015 se traduce para la izquierda mexicana en una frontera difícil de franquear, por la balcanización a la que ha llegado.

02/02/2014 23:58:23 - Xalapa, Ver. por Helí Herrera Hernández

No solo esta en riesgo la perdida de la oportunidad que tiene para lograr LA CONSULTA POPULAR en ese año, como único medio para revertir la reforma energética, sino la enanización de todas las fuerzas políticas que abrazan esa ideología en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, en donde ya algunos analistas prevén que por lo menos el Partido de la Revolución Democrática reducirá su presencia de manera significativa hasta en un 60%, producto de la salida de Andrés Manuel López Obrador de ese instituto político, y de cientos o miles de sus seguidores.

Se vislumbra para todos los partidos políticos que conformaron en 2012 el Movimiento Progresista un desafió mayúsculo, que independientemente que la rebatinga estará entre ellos mismos por quitarse votos, esa misma situación los alejara de centenas de miles de electores que ya no verán en la izquierda una minima posibilidad de triunfar, y en su antipriismo nato emigraran a otras fuerzas como el PAN, inclusive, a pesar de toda la división que el blanquiazul tiene. Paradójicamente la fragmentación de la izquierda podría mantener Acción Nacional como alternativa ciudadana.

Morena, el Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano y el PRD están mandando mensajes a la sociedad de una franca división. Cada quien anda por su lado luchando contra la Reforma Energética. Por un lado Cuauhtemoc Cárdenas levantando firmas y haciendo Marchas sin el apoyo del otro líder histórico que la izquierda ha tenido en los últimos 25 años, Andrés Manuel, y éste declarando un día si y al otro también que sus excompañeros están ya entregados al gobierno de Peña Nieto, y que por tal razón no pueden fusionar fuerzas y líneas de acción.

La participación de los que los sociólogos, periodistas y politólogos han dado en bautizar como el PRD rojo en el Pacto por México, fue el inicio de la división de ese partido y, en consecuencia, de la izquierda nacional, porque vieron en ellos a un partido entregado y/o vendido con los políticos en el poder, títeres de la oligarquía financiera doméstica y extranjera, dado que convalidaron en el Pacto y posteriormente con sus votos en el Congreso, las contrarreformas estructurales a Nuestra ley de leyes, modificando el rumbo económico de México.

Golpearon severamente los líderes del PRD y la gran mayoría de sus diputados y senadores a sectores sociales vulnerables como al magisterio nacional con la Reforma educativa; a la clase media con la reforma financiera; a la clase obrera con la reforma energética, a la industria nacional de las telecomunicaciones con la reforma a ese sector, y a todos los trabajadores de México con la reforma laboral. Sus efectos de todas ellas ya se observan en tan corto tiempo y se aprestan las víctimas a cobrarles con su voto tal atrevimiento.

No se vislumbra ni a corto o mediano plazo una refundación de la izquierda mexicana precisamente por los daños causados por el PRD rojo y más, porque los líderes que podrían ser factor de unidad no están dispuestos ni quieren hacerlo. López Obrador ha dicho que con el PRD no juega ni a las canicas mientras que Cárdenas >que pudiera ser el que evite en marzo la debacle de ese partido cuando elijan a su nuevo líder nacional< ha manifestado que para el, es más importante la defensa del petróleo que presidir a su partido.

Morena ira solo a las elecciones del 2015, además, porque las leyes electorales así se lo exigen, en tanto Dante Delgado, líder nacional de Movimiento Ciudadano ha afirmado no una, sino varias veces que también irán solos a dicha contienda electoral, lo que deja en claro que ni siquiera el Partido del Trabajo se atreverá a ir con el partido del sol azteca y de esa forma, todos los partidos políticos perderán.

Se prevé que el PRD alcance, en una visión generosa, siempre y cuando no se salga Marcelo Ebrard de ese instituto político en marzo, si acaso el 10% de la votación nacional, pudiendo estar en riesgo de ser rebasado por alguno de sus antiguos aliados si la fuga se concreta.

No es nada halagüeño el panorama para los partidos políticos de izquierda que en las últimas dos elecciones presidenciales han quedado en segundo lugar. En la de 2006 rasguñando la Presidencia de la República (o perdiéndola por un fraude electoral como lo califico la opinión pública), y en la de 2012 después del PRI, que al estilo televisa >con una telenovela de por medio con casamiento feliz< reconquistaron el poder.

Ese es el panorama que tienen. No hay un plan B salvo que este fuera el hacer a un lado las diferencias enormes que tienen, y en aras de lograr la consulta popular como instrumento para revertir la reforma energética salieran unidos, marcharan conjuntamente y participaran electoralmente de forma mancomunada.

Pero ¿como podría ocurrir ese escenario cuando el PRD esta destrozándose lenta pero continuamente; Morena por ley tiene que participar solo en el siguiente proceso electoral federal, y Movimiento Ciudadano y el PT están en franca decisión de ir cada quien por su cuenta?

Mejor......imposible para el PRI y en una carambola de tres bandas para el PAN.