18/02/2015 22:59:45 - Xalapa, Ver. por Salvador Muñoz
Al llegar, encontraron la puerta perimetral echada abajo. No es la primera vez que el vandalismo ocurre en ese lugar.
En anteriores ocasiones, han intentado derribar la malla, han robado antenas, incluso, hasta
han dejado advertencias como cuando instalaron la puerta: "Crees que no voy a poder
abrirla"... ¡y lo cumplieron!
II
A finales de enero, la preocupación era latente. El Centro de Ciencias de la Tierra en su área
de Sismología, a cargo del doctor Francisco Córdoba Montiel, dejó de recibir señales del
sensor. Las últimas que arrojó les permitía saber que hubo actividad humana.
Hay tres estaciones sismológicas en torno al Pico de Orizaba, instrumentos que permiten
conocer la actividad de los movimientos telúricos no sólo de la zona, incluso, allende la
frontera, eso sin contar la posibilidad de estar al tanto de una posible actividad del Citlaltépetl.
El doctor Córdoba Montiel comenta que se han puesto letreros con la leyenda "Esta es una
estación sismológica cuya finalidad es proteger a la población, ayúdenos a cuidarla" que, por
supuesto, poco caso le han hecho. Por esa fecha, se desconocía la magnitud del daño
ocasionado a la estación pues se requiere de tiempo y recursos para el ascenso al Pico de
Orizaba, lo único que sabían es que "hubo movimiento humano e interpretamos que alguien
hizo la maldad. Si se llevaron los sensores, son carísimos".
III
No es la primera vez que las estaciones sismológicas sufren vandalismo, comenta Córdoba
Montiel: "En la cara sur se llevaron la antena que no sirve para televisión; en la cara norte, se
llevaron un panel solar; y ahora, en la cara oriental que es muy importante, pues la tenemos de
frente; de allí vienen las señales directo al Centro de Ciencias de la Tierra. Se retransmiten al
Sistema Sismológico Nacional ya que son aparatos que registran actividad incluso al otro lado
del mundo".
IV
El pasado doce de febrero, un equipo del Centro de Ciencias de la Tierra, entre ellos el doctor
Francisco Córdoba Montiel, hizo el ascenso al Pico de Orizaba para verificar las condiciones de
la estación sísmica dadas las sospechas de vandalismo antes citadas; de ser así, evaluar las
posibilidades de restablecer los daños.
La triste noticia fue encontrarse el atraco; o más bien no encontrarse el elemento principal que
daba vida a esa estación: ¡se robaron el sismómetro! así como la batería que suministra de
energía a todo el sistema.
Hay que citar que el sensor o sismómetro carece de valor comercial pero el daño ocasionado a
la ciencia, a la prevención, incluso, a los mismos veracruzanos, no tiene precio.
De tal tamaño es la decepción, frustración e impotencia, que las instituciones involucradas en la
vigilancia permanente de este importante volcán, tomaron la decisión de no volver a colocar
aparatos en este flanco del volcán, sí, del lado de Veracruz, donde el vandalismo se da hasta a
más de cuatro mil metros de altura.
smcainito@gmail.com