07/02/2013 00:26:16 - Xalapa, Ver. por Salvador Muñoz
Su sonrisa, buen humor y optimismo
embriaga, contagia y acaba uno pensando en él como
si fuera un hermano.
Lo conocí como
fotógrafo
de El Diario de Xalapa. Después,
como asistente del entonces diputado Héctor Yunes Landa y hoy, como un aspirante
a la diputación local por el distrito urbano de Xalapa.
Se llama Jacob Zayas García. Su
estatura a simple vista es de 1.28 a 1.35, aunque realmente se empieza a medir
de su cabeza para arriba para conocer realmente su tamaño.
Desde que lo conozco, bromeo y a veces
pesado...
Sabiendo del carácter
explosivo, alebrestado, temperamental de Héctor
Yunes Landa, se decía que
el único
que podía
hablarle al chile al diputado era precisamente Jacob.
¿Candidato a diputado por el PRI?
¿Por qué por
el PRI y por qué pretender ser diputado?
Sus respuestas pueden ser simples pero no
por ello sencillas... agradezco que no tenga tintes demagógicos
sino la transparencia que lo caracteriza al hablar sin poses de ningún
tipo:
“Gracias a Dios, el PRI me ha dado la
oportunidad de trabajar y si quiero ser diputado, es para servir a la
gente”, cosa que, a través de
una asociación civil (Trabajando Juntos por un Xalapa de
Todos), viene realizando desde algún
tiempo. Tiene recorridas 60 colonias haciendo labor de gestoría
gracias a la cercanía que tiene con políticos
como el citado Yunes Landa, Jorge Carvallo, Fernando González
Arroyo, Erick Lagos y por supuesto, Javier Duarte de Ochoa.
Por ello, ha llevado a escuelas
útiles
deportivos, despensas, cobijas, becas.
Si bien, en términos
médicos,
ser enano está dentro
de una discapacidad, para Jacob, “mi
tamaño es
una cualidad”.
Cuando fotógrafo,
dice, tenía un
ángulo
único
para tomar sus “placas” y se
podía colar
entre las multitudes fácilmente; aunque ahora en la política,
que va de casa en casa, dice que se encuentra con una limitación:
“No
alcanzo los timbres”. No
obstante, encuentra la solución de
inmediato: “Pero
toco puertas”.
Sabe que es blanco de bromas (o hasta de
burlas por su tamaño),
pero las entiende porque igual se las hacen al que es alto, al que es moreno, al
albo, al gordo o al flaco... no sufre por eso... es más, se
ríe.
Cuenta que cuando va a colonias, los
niños, al
verlo de su tamaño, lo
ven con curiosidad y luego, al tomar confianza, lo abrazan con cariño, con
afecto... y es que eso tiene Jacob, irradia una simpatía
inocente, tierna y amorosa... algo así como
“El
Perfume” de
Patrick Suskind, pero en bonito.
Me dice que en su casa, su mami Estela
García, le
brinda todo su apoyo en esta aventura política
que inicia; lo mismo que Paloma... ¿quién es
Paloma? ¡Claro!
Para este pichón,
¡una
Paloma! Su novia, “con la
que ando de arriba para abajo”...
Le pregunto qué promete a los xalapeños...
“no
prometo, me comprometo... los xalapeños
están
despiertos y ya conocen a la gente, a los políticos”... por
eso, dice, se porta bien... “para
ser un político de
altura”...
¡soltamos la carcajada!
Tengo años de
conocer a Jacob y siempre he visto en él, a un
joven entusiasta, alegre y sonrisa franca. Créanme,
si Zayas García fuera
candidato a diputado, con gusto votaría por
este gran hombre que, a su lado, me hace sentir chiquito por su gran
corazón.