25/03/2011 08:46:58 - Xalapa, Ver. por Mario Javier Sánchez de la Torre
Pues es innegable la influencia que entre la población de este país ha venido teniendo la transmisión o difusión de este tipo de hechos a través de los diferentes medios de comunicación -electrónicos o impresos- en forma especial entre los adolescentes y adultos jóvenes de ambos sexos.
Influencia que se debe a varios factores y no solamente a la transmisión o difusión a través de los medios de comunicación, sino también a la influencia del medio ambiente en que se desarrollan, tanto en la casa como en la escuela y como ha quedado demostrado a últimas fechas, a la falta de oportunidades de trabajo en lo que están o han estudiado, tanto a nivel técnico como universitario.
Al referirme que es una acción que estaba pendiente por parte de la sociedad mexicana, lo hago no porque sea una obligación de la ciudadanía resolver todos los problemas que nos aquejan, si no debido a que lamentablemente el Estado Mexicano en el aspecto de la Seguridad Pública no ha podido resolver las cosas como quisiéramos, aunque debemos reconocer que la lucha la está haciendo. Y si la solución puede darse con la colaboración de todos, que mejor.
El Acuerdo además de tener una gran trascendencia por quienes lo integran, además de los 75 medios de comunicación que lo signaron desde este inicio, también la tiene por los organismos empresariales, universidades, organizaciones de la sociedad civil, de deportistas y de actores, y de dependencias como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, de Transparencia Mexicana, entre otras también de gran significación e importancia, que de alguna forma aglutinan a todos los sectores de la sociedad mexicana.
Por la información que tenemos sus principios rectores son: El respeto a la libertad de expresión y de prensa; La independencia editorial de cada medio de comunicación; La obligación de los medios para informar con profesionalismo y La responsabilidad social de los medios sobre lo que informan.
Principios que todos aquellos medios de comunicación que se manejan adecuadamente, o sea con profesionalismo y ética, cumplen actualmente.
En cuanto a sus objetivos tenemos: 1. Proponer criterios editoriales comunes para que la cobertura informativa de la violencia que resulta de las acciones de la delincuencia organizada, con la intención de difundir el terror entre la población, no de estos resultados. Sin que esto cambie la independencia editorial de cada medio; 2. El establecimiento de mecanismos para que los medios no se conviertan involuntariamente en difusores de las actividades de las organizaciones delincuenciales; 3. Proteger la identidad de las víctimas por medio de acciones diseñadas para ello; 4. Diseñar acciones y mecanismos para proteger a los reporteros en situaciones de riesgo; 5.Promover la participación ciudadana, el respeto a la legalidad y el combate a la impunidad; 6. Que se integren el mayor número de medios de comunicación posibles al Acuerdo y especialmente los que estén ubicados en las zonas de mayor conflicto y 7. La creación de mecanismos para dar seguimiento al Acuerdo que permita conocer sus avances y apego a los objetivos para los que fue diseñado.
Como se aprecia en lo citado, tanto los principios rectores como los objetivos están enfocados en la dirección correcta. Ahora solamente hace falta que las autoridades del sector seguridad y de impartición de justicia hagan su trabajo en la forma adecuada y así la suma de esfuerzos de estos sectores de la compleja sociedad mexicana, seguramente arrojarán los resultados que todos deseamos. Hasta el lunes. opinionmarioj@live.com.mx