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DE NARANJO A GINA DOMÍNGUEZ

28/03/2011 09:37:06 - Xalapa, Ver. por Manuel Rosete Chávez


DE NARANJO A GINA DOMÍNGUEZ



Después de habernos desempeñado, primero como Director de Comunicación Social de la Universidad Veracruzana y luego como secretario de Prensa y Propaganda del CDE del PRI, entre otros puestos más como voceros oficiales (no oficiosos), llegamos a la conclusión de que el trabajo más ingrato que hay en el medio político es el de jefe de prensa: Si las cosas salen bien, esa es la obligación y por eso se cobra un salario –normalmente inferior al del resto de los funcionarios- y si hay por ahí un prietito en el arroz, o sea algún pasquinero que sale con su babosada, la llamada de atención llega a ser de tal magnitud que a varios compañeros han llegado a renunciar.



Obviamente todo depende del jefe que se tenga y de la capacidad de uno mismo.



En calidad de reporteros hemos podido observar el trabajo de nueve gobernadores, junto con sus correspondientes jefes de prensa Del boticario Cuahutémoc Naranjo, jefe de prensa de Rafael Murillo Vidal, a la actual Gina Domínguez Colío, directora de Comunicación Social del gobernador Javier Duarte de Ochoa.



El primero (Naranjo), con el mínimo esfuerzo salió adelante. En aquellos tiempos la relación del gobierno era con cuatro o cinco medios impresos, no había más, de tal forma que la impresión de la opinión pública que se tuvo de Rafael Murillo Vidal fue buena: la de un viejito bonachón y ya, porque además no había mucho que hacer por falta de canales suficientes para estar con contacto con la sociedad.



Vino don Rafael Hernández Ochoa y ahí comenzaron a surgir más medios impresos y algunas difusoras locales comenzaron a dar alguna importancia a los espacios noticiosos, la radio vivió mucho tiempo de la publicidad comercial hasta que descubrieron el filo de oro que, es la publicidad política.



Hernández Ochoa llegó  como candidato del PRI con un periodista profesional como jefe de prensa, con José Miranda Virgen (QEPD), quien además formó un sólido equipo de trabajo con los periodistas Luis Velásquez, José Murillo Pérez (QEPD), Orlando García Ortíz, Pedro Cabañas Medina (QEPD) y otros, con quienes estableció un control absoluto de la información oficial que iba dosificando a los medios facilitando a los periodistas el trabajo. Pepe Miranda fue el primer comunicador profesional con quien tratamos y de quien guardamos un grato recuerdo por su atinado desempeño. No terminó el sexenio porque al interior del equipo de Hernández Ochoa no veían bien que el jefe de prensa tuviera tanta fuerza política como la que logró acumular y a medio camino el gobernante cambió de caballo, trajo a un judicial poblano quien solo hizo negocios con la prensa nacional y se fue, quien terminó como vocero de esa gobierno fue el periodista José Luis Coutolenc Soto.



Al cambio de gobierno llegó Agustín Acosta Lagunes, con dos periodistas como colaboradores cercanos, Miguel Guevara Rascón (QEPD) y Cecilio García Cruz, éste último comenzó el sexenio como titular de Prensa y más tarde fue relevado por el economista Rafael Arias Hernández, terminando el sexenio como vocero oficial el periodista y gran político sureño Angel Leodegario Gutiérrez Castellanos (QEPD). Cabe mencionar que todos ellos trabajaron con un gobernador a quien no le interesaban los medios de comunicación, por eso los objetivos de difusión de las actividades oficiales se hicieron más complicadas, las variantes hormonales de Acosta Lagunes impedían tener una ruta política de comunicación bien definida.



Luego llegó Don Fernando Gutiérrez Barrios, el político que más ha sabido valorar la importancia de los medios como instrumentos de cambio social, trajo al periodista Edgar Hernández Rodríguez como jefe de prensa, un profesional de la comunicación (premio nacional de periodismo), consciente de las necesidades de los reporteros y por lo tanto siempre pendiente en atenderlos y apoyarlos y Edgar se convirtió en nuestro segundo referente como eficiente jefe de prensa.



Dante Delgado Rannauro aceptó  la recomendación que le hizo Don Fernando, del periodista de EXCLESIOR Roberto Villarreal, pero pronto se deshizo de él y nombró en su lugar al periodista Orlando García Ortíz, un colega formado en las filas locales del periodismo, con un gran talento como comentarista político y suficiente sensibilidad política para manejar los medios. Más tarde Dante hizo cambio de piezas, nombró a Orlando García Ortíz como director de Gobernación y puso al joven genio de la política Juan Antonio Nemi Dib, como vocero oficial de su gobierno, posición que en unos cuantos días Toño dominó, como lo sabe hacer en cualquier encargo que le hacen, se fue a ganar una elección como diputado federal a su natal Córdoba y en su lugar Dante nombró al maestro Ignacio Oropeza López, un académico de la comunicación, serio, responsable y conocedor del comportamiento de los medios.



Con Patricio Chirinos Calero los periodistas no tuvimos problema, desde que arribó como candidato trajo al maestro del periodismo Miguel López Azuara, un reconocido –a nivel nacional- comunicador, del grupo de Julio Sherer, quien acuñó la frase: “yo no voy a tener trato de iguales con desiguales” y ahí se la llevó, conservando una relación de respeto mutuo con los periodistas serios, con los profesionales de la comunicación, de él también tenemos un grato recuerdo y muchas enseñanzas sobre el ejercicio de la profesión que tienen que ver con valores que se han extraviado en el mar de corrupción en que se convirtieron los siguientes gobiernos.



El primer gran fraude, de un jefe de prensa, lo vimos en el gobierno de Miguel Alemán Velasco, quien habilitó en el cargo de director de Comunicación Social a un pseudo literato, a Sabas Huesca Rebolledo, quien dejó el manejo de la administración de los recursos en manos de un ayudante medio “rarito” a quien se conocía en el medio periodístico con el mote de “Tita Pistolas” y quien hizo los grandes negocios con pasquineros a quienes les mochaba la mitad del costo de las facturas que aceptaba tramitar, lo que a final de cuentas le costó la ir a la cárcel a Sabas Huesca, donde posiblemente entendió de qué se trataba el cargo que consiguió apoyado en la fundación “Manuel Buendía y Téllezgirón”. Al relevo de Sabas entró un periodista de lujo, el caballeroso Raúl Peimbert Díaz, quien logró medio enderezar el barco y medio rescatar la imagen de Miguel Alemán Velasco.



Otro comunicador que se ha  llevado el sexenio completito fue Alfredo Gándara Andrade, jefe de prensa de Fidel Herrera Beltrán. Gándara que es egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, pero nunca ha ejercido, se coló por el lado de prensa del PRI al equipo de la fidelidad con el objetivo de alcanzar la candidatura a la presidencia municipal de Poza Rica, la cual finalmente consiguió, tras cinco años de insultos, bajezas, tratos indignos, humillaciones y una gran variedad de apodos que le endilgó su jefe el gobernador Fidel Herrera Beltrán. Gándara en realidad fue un parapeto al frente de la dirección de Comunicación Social, quien hizo el trabajo de talacha fue el equipo que encabezó el experimentado periodista Arturo Reyes Isidoro y los negocios los sacó adelante el propietario de una cadena de restaurantes y neverías, Arnulfo Pancardo, hoy tesorero de la comuna de Poza Rica.



En realidad las condiciones se dieron de esta forma, en la relación prensa-estado con Fidel Herrera porque él personalmente manejó esta área (como casi todas), su trato con los propietarios de los medios, columnistas y reporteros fue directo, Alfredo Gándara ocupaba el cargo pero no lo ejercía.



Hoy estamos ante una situación muy distinta, el gobernador Javier Duarte de Ochoa designó a la periodista Gina Domínguez Colío, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, ex jefe de prensa en el estado de Quintana Roo, con una amplia experiencia en el medio reporteril y como comentarista de asuntos políticos, quien goza de la confianza absoluta de su jefe el gobernador de Veracruz, quien se ha rodeado de un grupo de profesionales de la comunicación y las relaciones públicas, equipo con el que viene cumpliendo con gran eficiencia en el delicado encargo que tiene merced a su conocimiento del terreno que pisa, pero sobre todo con el respeto de quienes la conocen como periodista.



REFLEXIÓN



Jorge Uscanga Escobar es un político de resultados, la formación de una policía de élite integrada por 400 elementos dedicada al combate de narcomenudeo, delincuencia organizada y otros delitos graves del fuero común, da a Veracruz tranquilidad. Con esta acción Uscanga Escobar traslada el discurso de la seguridad del estado a la realidad. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com